• SEGUNDA CLAVE •
La segunda clave está en quitarle todo el valor emocional que cada uno de nosotros le pone a su vivienda de forma inconsciente.
Lo sé, eso es muy difícil. Es natural que mezclemos el cemento y bloque con las emociones que nos evoca, al fin y al cabo, las casas, los hogares, nos hacen vivir momentos inolvidables, múltiples reuniones familiares, pedidas de mano, cumpleaños, celebraciones, romanticismo y demás sensaciones que de forma consciente o inconsciente le atribuimos a la propiedad sin darnos cuenta.
Tristemente, el comprador cuando visita una casa, solo ve la construcción. No puede ver lo que tú ves, porque aún no ha vivido ahí y no tiene recuerdos. No sé si me explico.
Cuando hablo con mis clientes, hago mucho hincapié en este punto porque es uno de los fallos más habituales que retrasan la venta. Pero no te agobies, como he dicho anteriormente, es algo muy natural. Somo seres emocionales y acertar con el precio no es tarea fácil, a veces puede ser hasta decepcionante. Pero hemos de ser realistas si queremos realmente vender.
De hecho, España es uno de los pocos países en donde el propietario decide cuánto vale su vivienda. En la mayoría de los países, las casas se tasan y se venden según el precio de tasación. Así, sin más.
• TERCERA CLAVE •
Ahora bien, existen otros factores que sí se deben de considerar y que muchas veces ignoramos. Como por ejemplo todo lo que rodea mi casa. Y eso me lleva a la tercera clave. Esta tercera clave trata sobre todo el entorno de mi vivienda, ¿qué hay a mi alrededor? ¿colegios, playas, teatros, universidades, parques, centro de ocio, tiendas, hospitales, aeropuertos, etc.?
Todo lo que esté a mi alrededor y que me facilite la vida, le da valor a mi casa. Es por ello que, una casita de campo, aunque habitualmente sea más grande que una en la ciudad, valga mucho menos.
Ahora bien, ¿qué pasó después de la pandemia? Mucha gente quiso salir de la ciudad para irse a vivir a las afueras y hoy las casas de campo se han revalorizado como nunca antes. Eso me lleva a la primera clave: “Ley de la oferta y la demanda”.
Los planes a futuro de una zona, hace que mi casa sea una mejor o peor oportunidad para quien compre, pero lo que ya está creado a mi alrededor es lo que determina el precio de hoy.
¡Así que ya sabes! primero analiza si hay más casas o si hay más compradores, luego analiza cuál es su valor real sin pensar en el valor emocional que inconscientemente le ponemos y por último analiza el entorno de tu casa para ver qué es lo que verdaderamente estamos ofreciendo.
